Pertenece al grupo de las «aril triazolinonas». Se absorbe por las raíces de las plantas tratadas, controlando a las malezas mediante el proceso de «disrupción» de membrana, que se inicia por la inhibición de la enzima protoporfirinógeno oxidasa, lo que interfiere en la biosíntesis de la clorofila, y genera la formación de intermediarios tóxicos. Las plantas que emergen del suelo tratado, se tornan necróticas y mueren al poco tiempo de estar expuestas a la luz.